El masaje Laken se realiza con toallas calientes y es uno de los masajes capaces de aportar paz y serenidad al organismo, además de desintoxicar y actuar como tratamiento antiestrés.
Esta técnica sorprende por el uso que hace de las toallas y por la importancia que adquieren a lo largo de todo el protocolo, convirtiéndolas en un elemento imprescindible del masaje.

Se divide en cuatro etapas:
1) Se realiza con toallas, unas calientes y otras no, que actúan como contraste.




































2) En esta fase se coloca una enorme toalla mojada y caliente, a modo de sábana, cubriendo todo el cuerpo, que se deja reposar durante cinco minutos.






