Sin duda, la depilación es una de las acciones más recurrentes entre las mujeres (y por qué no decirlo, también en algunos hombres). Sentir ciertas partes del cuerpo suaves y libres de vellos es casi una necesidad que, por cierto, va muy de la mano con la belleza y la comodidad.
Para conseguir este objetivo, existe un sinnúmero de técnicas que van desde la máquina de afeitar hasta el láser, todos con disímiles resultados y para personas diferentes, pues existen aquellos que se manifiestan mucho más sensibles frente a estas prácticas y por lo tanto, una adecuada depilación podría evitar posibles alergias y otros desagradables problemas.
Una de las formas depilatorias consideradas como ciento por ciento higiénica y saludable es la que se practica con hilos de seda. A pesar de que el origen preciso de esta técnica es incierto, se establece a la India y el Medio Oriente como las zonas donde se gestó hace ya muchísimos años.
Técnica higiénica y saludable
“Se originó en el año 1.600 antes de Cristo”, asegura Paola Michea, esteticista integral y que practica la técnica del hair threading. Para ella, arrancar los vellos con hilos de seda es totalmente higiénico y saludable, pues además de su primer objetivo, también permite la exfoliación dérmica -una suerte de lifting natural- que no daña la piel.





































La aparición del pelo nuevo dependerá de cada persona, pero Paola manifiesta que generalmente la demora en el crecimiento puede durar “entre tres semanas y un mes y medio”, cuenta. Además, menciona que en casos de pieles hipersensibles (a quienes más se recomienda este tipo de depilación), “puede que ocurra una pequeña irritación, pero al cabo de un par de horas desaparecerá”.
Frente a posibles contraindicaciones, la esteticista dice que en el hair threading no es aconsejado para mujeres en etapa de embarazo, pues según sus palabras “como los puntos de la cara conectan con el sistema nervioso, puede causar un aumento en la presión arterial y taquicardia”.





