El contacto frecuente con el agua, los detergentes y la radiación UV son formas de estrés que debilitan la uña. Se vuelven blandas, estriadas, se rompen o se quiebran.
A continuación, algunos consejos para tener unas uñas fuertes y saludables.
Cuando las uñas se rompen y se descaman
Las uñas, como el pelo, están formadas por capas de queratina, una proteína fibrosa. Está compuesta por una matríz que está enraizada profundamente en el dedo y que produce las células de queratina necesarias para su desarrollo.
La parte visible de la uña se llama lámina ungueal. Todos los días crece aproximadamente 1 mm.
A veces las uñas se vuelven frágiles debido al estrés físico o químico diario. Así que se vuelven blandas, quebradizas y descamadas. Se forman estrías -crece más o menos paralela a lo ancho o a lo largo de las uñas-.